jueves, 16 de julio de 2009


Aun recuerdo aquella tarde que nos conocimos, aun recuerdo aquella noche que dijiste adiós. Las mañanas sin tus ojos no tienen sentido, y las cosas van perdiendo poco a poco su sabor. Tengo que reconocer que ya no soy la misma, sigo atada al espejismo de los besos de tu voz, tengo que reconocer que desde tu partida, una parte de mí no se donde se perdió.

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